jueves, 23 de marzo de 2017

Bacalao con garbanzos



     Llega la Primavera y los días siguen frescos todavía, estamos en Cuaresma.

     Y aunque un servidor no es fiel a ninguna religión, si es fiel a las tradiciones.

     Así que hoy os traigo un riquísimo Potaje de Cuaresma, un bacalao con garbanzos.

     En los tiempos en los que la religión condicionaba la vida de la población, la Cuaresma significaba la privación de todo lujo, como forma de penitencia personal, que en lo culinario se veía reflejado en la prohibición de comer carne o cualquier derivado.

     Analizándolo no deja de ser un gran incentivo, puesto que hizo que la imaginación culinaria colectiva buscase formas de paliar esa falta de alimentos básicos, que ya no era la carne como tal, puesto que la mayoría de la población, salvo momentos concretos, no tenía acceso a ella... Era cocinar sin tocino, sin huesos, sin pellejo, sin corteza...

     Había que tirar de pescado, si había, y donde lo había...

     Había que tirar de salazón y de legumbres.

     De ese imaginario colectivo surgen recetas como esta...



     Ingredientes (para 4 personas):


     - 500 grs. de bacalao al punto de sal.
     - 450 grs. de garbanzos (en mi caso congelados).
     - 2 cebollas grandes.
     - 1 cabeza y 3 dientes de ajo.
     - 2 patatas grandes.
     - 1/2 lata de tomate triturado.
     - 3 hojas de laurel.
     - 1 cucharada de pimentón ahumado de La Vera.
     - 1 cucharadita de pimentón ahumado picante.
     - 13 granos de pimienta negra.
     - Aceite de oliva virgen extra y sal.


     Preparación:


     Vamos a comenzar por coger una olla, regarla con aceite de oliva y pondremos las 2 cebollas a trozos grandes y la cabeza de ajo desgranada, con piel. Dejamos dorar unos 3 o 4 minutos, moviéndolo.

     Agregamos las 2 patatas cortadas a trozos, rehogándola, ponemos media lata de tomate triturado, 3 hojas de laurel, 1 cucharada de pimentón dulce y una cucharadita de pimentón picante, salamos y mezclamos bien.

     Cubrimos de agua y dejamos cocer unos 15 minutos a fuego vivo.

     Mientras vamos a preparar lo que va a ser la esencia del potaje... El majao...




     En un mortero pondremos tres dientes de ajo pelados y troceados, sal y 13 granos de pimienta negra. Poco a poco y con calma machacamos hasta obtener una pasta.

     Volvemos a la olla... Añadimos los garbanzos, ya os comenté que los uso congelados, y dejamos que vuelva a hervir.

     Y ahora sí, démosle la gracia al potaje...  Añadimos los trozos de bacalao, el majao y lo dejamos cocer 10 minutos más.

     ¡Listo!


     Un plato completo y a la vez un potaje ligero para la primavera.

     ¡Buen Provecho!


     

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